¿Por qué las tarjetas cuentan con chip y banda magnética?
¿Te has preguntado por qué la mayoría de las tarjetas tienen un chip y banda, mientras que hace unos años únicamente existían las tarjetas con banda?
Vamos a retroceder un poco en el tiempo: Las tarjetas con banda magnética son una tecnología que ha estado en el mercado por más de 40 años. Su funcionamiento es similar a la de los casetes de audio, en donde un revestimiento de óxido de hierro contenido en una tira de plástico anexada a la tarjeta es la encargada de almacenar los datos. Poco ha cambiado esta tecnología; por lo tanto, existen cada vez menos instrumentos con los cuales se pueda proteger estas tarjetas de un uso fraudulento.
Por otro lado, las tarjetas con chip EMV, como hoy las conocemos, tuvieron su origen a principios de 1990 cuando tres compañías se unieron para implementar estos servicios (Europay, Mastercard y Visa, de ahí viene el nombre EMV).
Estas tarjetas en vez de almacenar los datos en una cinta magnética, cuentan con un microprocesador unido a ellas, que funciona como una pequeña computadora. Se accede de forma interactiva a los datos del chip, el cual requiere de lectores más sofisticados para revelar su información.
Tarjetas con chip y banda ancha
Las tecnologías han avanzado y los delitos cibernéticos no se quedan atrás. Así como en nuestra sociedad existen los criminales, en el mundo digital existen los cibercriminales, aquellas personas que realizan actividades como robo de información, acceso a redes privadas, estafas y todo lo que tenga que ver con delitos digitales.
Las tarjetas de banda magnética se vieron vulnerables dado que llevaban 40 años operando de la misma manera, lo que permitió a los cibercriminales encontrar una forma de traspasar la seguridad y detonar un malware que recuperaba de la memoria RAM la información de las tarjetas de crédito ingresadas en las terminales donde se efectuaban los pagos, y finalmente le compartían dicha información a otros criminales.
Para combatir este tipo de fugas de información, llegaron las tarjetas con chip EMV. Cada tarjeta cuenta con un chip y un código PIN, por eso para llevar a cabo cualquier movimiento será necesario leer la información financiera y luego ingresar el código correspondiente. Este proceso protege a los usuarios con dos mecanismos de seguridad, uno que el usuario tiene (la tarjeta) y uno que sólo el usuario conoce (el código PIN), este proceso hace que para los cibercriminales la réplica de estas tarjetas sea considerablemente más costosa y laboriosa.
Cada una de las tarjetas TENGO! cuentan con un chip EMV y un código PIN que el usuario puede generar y modificar las veces que quiera a través de la App Broxel, en donde también puede consultar su saldo y movimientos, bloquear y desbloquear su tarjeta las veces que quiera, generar controles y restricciones de uso por horario, lugar, montos, etcétera y muchas funcionalidades más lo que le permitirá al usuario tener control total de su dinero.
