Una realidad fehaciente que ha dejado la pandemia estos dos años, es el hecho de que la manera en la que colaboramos no debe ser precisamente dentro de una oficina. La tecnología, aunada a la disciplina de los colaboradores, ha ayudado a implementar nuevas formas de trabajar, pero, ¿las empresas están dispuestas a adoptar esta nueva modalidad?
El home office es una práctica que llegó para quedarse, pero no todas las empresas harán a un lado su modalidad presencial, y esto debido a que muchos de los puestos requieren habilitar herramientas de colaboración y capacitación para uso de nuevas tecnologías, lo que representa un reto para las empresas, hoy en día. Esto no significa que no pueda lograrse, sino que muchas empresas aún no están listas.
Algunos puntos que se han tocado sobre el home office son:
- El 85% de las empresas asegura que aumentó la productividad con esta nueva práctica.
- El 82% de los colaboradores afirma que la comunicación entre el equipo durante el trabajo remoto, se ha mantenido o ha mejorado.
- Ha habido reducción de costos en cuanto a gastos de servicios y alquiler de espacios físicos.
Con esto, el home office se ha convertido en el futuro a partir de la pandemia, y con el avance en su implementación, muchos países, incluído México, han optado por adoptar las nuevas disposiciones de ley con respecto a gastos operativos que las empresas deben reconocer a sus colaboradores, así como la adecuación de espacios de trabajo y servicios de telecomunicaciones y mobiliario.
Según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en México el 70% de las labores empresariales podrían realizarse fuera de las oficinas utilizando las tecnologías de la información y comunicación. Sin embargo, esto no implica que todos los sectores conserven esta modalidad de trabajo.
De igual forma, una de las principales tendencias de trabajo que se espera en los próximos años es el trabajo híbrido. Luis Sánchez, Managing Director en Cushman & Wakefield México, asegura que una vez superada la pandemia, las oficinas seguirán siendo irremplazables y solo evolucionarán para adaptarse a las nuevas necesidades de las empresas, construyendo un modelo “híbrido” entre trabajo remoto y trabajo en la oficina.
Esta modalidad de trabajo está en constante cambio, pero la tendencia principal apunta a ser un sistema mixto que abarque las labores necesarias de oficina y aquellas que se puedan ejecutar desde casa.