Como lo hemos escrito antes, el home office a diferencia de lo que muchos piensan, ha generado un aumento en la productividad de muchas empresas en México, pues otorga a los colaboradores flexibilidad, control, eficiencia y menos distracciones. Sin embargo, el trabajo en equipo continuará existiendo y sabemos que no todos disfrutan del aislamiento, por lo que se necesita trabajar en la conexión humana. Aquí te contamos cómo fortalecer el trabajo en equipo a distancia en tu organización.
Como seres humanos nos es indispensable socializar y la oficina se convirtió en uno de los mejores lugares para lograrlo, pues pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo ahí, incluso los más introvertidos en algún momento debían interactuar con alguien. Ahora sin ese espacio en común, es trabajo de la organización asegurar momentos de socialización remota.
Canales de comunicación
Brindar las herramientas correctas, tanto para trabajar como para socializar, es la base del trabajo remoto. En esta nueva modalidad, la tecnología es nuestra aliada, y debemos aprovechar al máximo todo lo que tenemos disponible. Encuentra las herramientas adecuadas para tu empresa y para cada actividad (Meet, Zoom, Trello, Slack, Hangouts, etc).
Actividades
Es importante que tu organización planee actividades de vinculación a través de videollamadas, como concursos, conferencias o incluso pláticas casuales entre grupos pequeños; nunca dejen de fomentar la comunicación privada a través de los canales adecuados y recuerda presentar al talento nuevo si es que han adquirido colaboradores durante la contingencia.
Liderazgo
Es trabajo del líder generar una convivencia sana y promover la conexión entre los integrantes del equipo. Y como siempre, enseñar con el ejemplo es la mejor forma de implementar actitudes. Antes de cada videoconferencia, es recomendable platicar sobre cómo se siente cada uno y dejar abierta la posibilidad a hablarlo en privado si alguien no quiere compartir o comunicar sus ideas. Todo esto ayudará a fortalecer cualquier equipo.
Comportamiento
Las actitudes más simples bastan. Saludar siempre a tus compañeros, preguntar cómo se encuentran antes de pedir algo y, de vez en cuando, hablar de otros temas no relacionados con el trabajo, ¡justo como lo hacían en la oficina!
No hay fórmula que sirva a todas las organizaciones, por lo que debes escuchar y prestar atención a lo que tus colaboradores, clientes y negocio requieren.